TVMHTD: Pamela Jiles desordenó el panel de Llegó tu Hora

Anoche, mientras La Red tenía a la Doctora Cordero en MENTIRAS VERDADERAS, Mega seguía con las intrigas de las hermanas Falco en CASA DE MUÑECOS, Chilevisión proseguía con el hype de PASAPALABRA (Lisandra Silva y Luis Gnecco entre los concursantes) y Canal 13 exhibía otra tanda de la inquietante PACTO DE SANGRE, TVN nos dio otra chance de ver y escuchar a una mujer que formó parte de sus filas en otros tiempos, y actualmente es diputada representando al Partido Humanista. Hablo de Pamela Jiles, alias La Abuela. No tuvo drama alguno en enfrentar al pelotón de francotiradores preguntones del LLEGÓ TU HORA que incluye a Nicolás Larraín, Denisse Malebrán Soto (la gran voz de Saiko), Antonio Quinteros, Valeria Ortega, Ale Valle e Ignacio Franzani, entre otros. La filiación política de sus familiares, su entrada a la farándula, su visión particular de la televisión como medio político codiciado y la contemplación de sus erratas fueron algunos de los asuntos que estaban sobre la mesa de disección lautreamontiana imaginaria. Pero la cosa no se quedó en eso: la ex conductora de En Debate desordenó la estructura del programa, recordando lo importante que ha sido la conducción coral establecida desde el faranduleo, pasando del mediopelismo propio de la dictadura a la soltura demócrata rumbo al siglo XXI. Durante la sección Hazte Cargo, Gonzalo Ramírez, el moderador, le recordaba algunas de sus cuñas en una entrevista. A mi modo de ver, faltó que se citara cuando en el panel del muertísimo En Portada le hizo bulling a K3l Calderón, tratándola de gorda sólo porque en una entrevista dada al propio Franzani hizo bolsa a Camila Vallejo, en pleno 2011 de marchas universitarias. Lo cual se compensa con esas disculpas por sus metidas de pata en general, aunque no sé si Pablo Mackenna Dörr habrá quedado conforme, puesto que le consultó por su postura ante la falaz acusación que se le hizo de abusar de una menor de edad, tongo asqueroso como el que más. El balance definitivo arroja un triunfo de la Jiles, siempre poniendo a prueba a todo y a todos, y con una frase para el bronce: No hay revolución sin televisión.