PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: Rock Invictus

FAITH NO MORE
Sol Invictus
(Reclamation/Ipecac, 2015)

/ROCK/ El fervor de una gira de reunión que en un principio iba a ser sólo eso fue tan creciente que de una buena vez Faith No More tomaron la mejor decisión: grabar un nuevo largo que rompe con los más de 15 años que han pasado desde su última entrega oficial, ALBUM OF THE YEAR (1997).

¿Qué se iba a esperar en pleno siglo XXI de Mike Patton, Billy Gould y asociados? Un nuevo KING FOR A DAY... FOOL FOR A LIFETIME (1995), o un nuevo ANGEL DUST (1992). Dicho de otro modo: una inmersión hiperecléctica donde lo mismo haya violencia y matices sorpresivos, o en su defecto un cuadro bestial con toques épicos y riqueza lírica. Pues que la segunda opción sale ganando. FNM regresan al formato álbum cargando las tintas y los cables desde los estudios Koolarrow del propio Gould, con Matt Wallace y Maor Appelbaum mezclando y masterizando, y ciertamente el resultado va a dejar a muchos contentos. Y nada de ponerles esa etiqueta tan ridícula de "metal alternativo": esto es rock a secas, pero con sus cuatro letras bien pegadas al lienzo, lo cual incluye un manejo de la tensión nada gratuito, pianos precisos, oscuridad que traspasa a la luz por derecho y por deber, y la certeza de que en el savoir faire de estos Faith No More la agresividad no excluye a la belleza suprema, aunque tal vez no haya ningún "Midlife crisis" o "A small victory" a la vista, pues Patton y los suyos no necesitan ser tan obvios, les basta ser como han sido siempre, mordaces como en ese "Motherfucker" cuyos versos (un botón de muestra: pongan al chuchesumadre al teléfono, o algo así) deberían repetirse hasta cuando se toma el próximo troncal, eficaces en "Superhero" y también en "Black Friday" (o cómo los zombies caminan por el mall en pleno rito consumista) o el tramo final ("Matador" y "From the dead"). FNM han querido vendernos otro clásico, y lo consiguen. SOL INVICTUS es una muestra de poderío inmortal. ¡Rock Invictus, que se grite!