MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: Zeballos dejó sin jamón a Nadal en Viña

Rafael Nadal, tenista español rankeado 5º según la ATP, vino al Abierto de Viña del Mar como la principal estrella, dejando atrás un semestre sin competir por culpa de un problema en su rodilla izquierda (¿onda me voy a acostar, me duele la rodisha, Joche Bibbó style?). Los Hermanos Fillol lograron que estuviera en la arcilla del Club Naval de Campo Las Salinas, en un golpe de efecto (Eduardo Bonvallet dixit) sensacional. Y se esperaba que ganara el título. Pero la lógica no se dio, pues en la gran final fue doblegado por Horacio Zeballos, argentino ubicado como 74º en la lista que ya lo enfrentó en Roland Garros 2010 (en esa ocasión venció Rafa), en un partido de fuerzas parejas. Los dos primeros sets se definieron en el tie break, y en el tercero se produjo el desgaste del español y se confirmó la fortaleza de Zeballos. En casi tres horas de partido, el resultado final fue 6/7-7/6-6/4, con el argentino ganando el primer campeonato oficial de su carrera (sin contar la decena de challengers previos, y que en San Petersburgo 2009 fue finalista), logrando aguar la fiesta de la consumada nadalmanía (recuérdese ese grupo de pelolais con una bandera ibérica que tenía escrito el siguiente mensaje: Rafa, estás de toma pan y moja; a ese nivel de babeo) que invadió Viña, en un torneo donde sólo hubo dos chilenos compitiendo: Nicolás Massú (derrotado en primera ronda por un compatriota del subcampeón, Albert Montañés) y el prometedor Cristián Garín (llegó hasta la segunda) que ahora tendrá el mismo representante que Nadal. ¡Toma cachito de goma! Como suele decirse, al bueno de Rafa lo dejaron sin jamón. O como puso La Tercera de hoy (página 46): El rey todavía no está listo para reclamar su trono perdido. Tal vez en Sao Paulo le salga mejor (atención, que Paul Capdeville y Jorge Aguilar están en la qualy para ese torneo brasileño).