PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: el tercer eslabón de Lady Gaga

Año 2008: el pelafustán que acá escribe miraba un volante, o flyer como le dicen ahora, de una fiesta a celebrarse en Discoteque Blondie. La nómina de intérpretes cuya música sonaría allí incluía a una tal Lady Gaga. Y uno miraba a cualquier parte, y preguntábase: ¿quién cresta es esa Lady Gaga? Tras saborear "Just dance" por primera vez, la tenía más clara.

Año 2011: chapoteando en esta querida post-posmodernidad, deben quedar muy poquitos que no sepan quién es la rubia compositora, Stefani Joanne Angelina Germanotta en el aidí, que escogió un alias a partir del "Radio Ga Ga" de Queen para enganchar mejor, alguien que pasó de cantar en un night club de medio pelaje a ser una megaestrella, parada en la roca de la extravagancia más ultraísta (de la cual podríamos dar muchos ejemplos, ah no si no), agregándole un discurso integrador, donde los diferentes, los frikis, los ninguneados, pueden sentirse identificados en teoría y práctica. La presencia de Lady Gaga promete subir más y más todavía, con la llegada de BORN THIS WAY (Interscope/Universal), nuevo eslabón de una cadena ya iniciada con THE FAME (2008) y THE FAME MONSTER (2009). En efecto, el arsenal pop de maquillaje predominantemente sintético y bailongo se mantiene una vez más, para que la carne de potenciales hits no pierda ese sabor masticable, esa sustancia infalible. ¿Afecta que en la poderosa "Born this way", candidata a canción del año, le deba mucho a la mejor Madonna, la de "Express yourself" y "Vogue"? ¿Empaña las ventanillas de la neoyorquina que "Judas" insista en un esqueleto parecido al de "Bad romance", o que tome prestado de M.I.A. parte de su fraseo? ¿Enloda las posibilidades gozosas que "Americano", disco pop entonado en un español ultrachulo, sea lo más parecido a un paso en falso? ¿Consigue hacernos recular que la portada sea feúcha (la de THE FAME era más bonita, pero ya se sabe: nunca juzgues a un libro por su tapa...)? Preguntas a las que se debe responder con un clarísimo NO, mientras se piensa en el éxtasis que provocarán "Marry the night", "Government Hooker", "Heavy metal lover" (¡esa la quiero bailar!), "Electric Chapel" y "Bloody Mary". Y si le hace falta algo más, Lady Gaga recurre a detalles más orgánicos: óigase ese intento de stadium rock llamado "Hair", o también el solo de saxo en "The edge of glory". Visto y oído el conjunto, BORN THIS WAY puede que no sea una gran revolución para el contexto musical actual, mas si refleja en todos sus acordes y ritmos decididos el espíritu de su firmante, y zarandea el ídem de aquellos little monsters inquietos, es que todo marcha a paso firme. ¡Salve, Madre Monstruo!