PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: el poder de los tríos

GALATEA + FOS
Sala SCD, Barrio Bellavista
martes 14 de septiembre

Cuando un ritual cala hondo en ti, lo que más anhelas es volver al sitio del goce. Con estas palabras describo mi pálpito en torno al acto de encontrar otra vez en esa sala, tal como lo hice en diciembre 2009, a tres alquimistas de la canción electrónica: Galatea. Entre ese show y lo de anoche, estos arietes habían reeditado en formato físico, por Infanta Terrible, su DE LUZ A SOMBRA (2009), con remezclas sabrosas de yapa, suficiente estímulo para ver, palpar y realimentarse con todo lo emocional que configura su cancionero, subrayado como se merece (y nos merecemos) por la ahora blondificadísima Teresita Cabeza, siempre uniendo fuerzas con el bajo de su esposo Eduardo Caces (también en Lucybell) y las secuencias de Jorge Gaete, las cuales superaron sus posibles trabas, mediante interludios ambientales o de combo casi raver. Teniendo municiones como "Quiero verte", "Existes", "Acuarela", "Egos", la inicial "Cruel" o "Cristal", los tres pueden hacer que sus gemas entren por un oído, y se queden en el corazón, al decir de Tere. Sólo eché en falta las apariciones de Piero Duhart (De Saloon) y Harvey Tatsuo (Picnic Kibun), habituales en anteriores shows galateístas. Bendito placer le llamo a esto.

Más adelante, el turno de otro trío: Fos. A tal membrete, que parece marca de jeans, responde un grupo de hechuras melódicas, líricas sentimentales comunes y una contextura potente, gracias a los tarros de su batería Pearl y a unos guitarrazos entre lo grunge y lo funkero. El resultado arroja sonrisa cómplice de mi parte. Música es poder, cantaba Richard Ashcroft. Y rumbo al Bicentenario, ese poder nos hace taaaaaaaan bien...