13 julio, 2010

MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: España en la cima Mundial

Como se recordará, el seleccionado de España venía cultivando una senda triunfal desde la Eurocopa de 2008, que ganó en duelo frente a Alemania. Y lo ocurrido el 11 de julio reafirma su eficiencia y sus honores: ahora son campeones del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, derrotando en alargue a Holanda por 1-0. Admito que durante los 120 minutos de juego mi pálpito tiraba del equipo armado por Van Marvijk, considerando su eficiencia goleadora en los partidos anteriores, mientras que la gente de Vicente del Bosque llevaba tres juegos seguidos venciendo por un gol nada más. Pero una final como la observada era otra cosa. Los neerlandeses jugaron el peor partido que les vi en esta Copa del Mundo: apelaron a lo defensivo más de la cuenta, se generaron pocas llegadas (Arjen Robben pudo dejar tembleque a Iker Casillas dos veces, que conste), y fueron usuarios indiscutidos del fútbol sucio, arriesgando la expulsión a cada paso (se quejaron con Harold Webb, el árbitro estelar, de manera exagerada; no es para tanto, nenes, si igual les perdonó la vida; lo peor de lo peor del referato); nada de naranja mecánica, aquí hubo una naranja podrida, sin sabor. En cambio, los ibéricos brillaron gracias a lo que atajó Casillas, la fuerza de Gerard Piqué y Carles Puyol en defensa central, y un mediocampo con Andrés Iniesta en su mejor noche, ya que fue el autor del golazo a los 11´ del segundo tiempo extra; si David Villa hubiera estado fino, quizás la cuenta habría sido mayor. El Estadio Soccer City de Johannesburgo fue el escenario para esta gala definitiva, la coronación de España por primera vez en esta fiesta planetaria. Pedro Carcuro, en su relato para TVN, exageró tanto al llegar el gol de Iniesta, como si se le fuera el corazón, cosa que me parece insufrible. Cuando en Cadena SER captaron el momento, hicieron el canto del gol con la melodía de su himno nacional que, por cierto, nunca ha tenido letra; los tíos ésos parecían haberse tragado sus buenas latas de Cerveza San Miguel, o vaya a saber qué cosa. Atrás quedó Italia como ganador en Alemania 2006, porque la FIFA World Cup ahora huele a sevillana, a jamón serrano y a tortilla de patatas. Además, queda claro que Paul, ese pulpo del que todos hablan, volvió a acertar en su vaticinio, mientras que Eduardo Bonvallet, quien ya avisaba del posible triunfo holandés, no fue avalado; este último puede decir, tranquilamente: ¡Da lo mismo, hueón oh! El Mundial siguiente no será tan lejos: en Brasil sucederá todo. Para terminar, pienso que deberían asesorar mejor a la FIFA en la elección de himnos, porque el "Waka Waka" de Shakira no es digno si por si acaso (no es por ningunear a la colombiana, pero ese tema molesta más que una vuvuzela; ¿o acaso Blatter no sabía que existen Muse? Lo dicho: ¡nos vemos en Brasil 2014, y ojalá con Chile adentro!

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