MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: Paty Maldonado en un collage del Barrio Franklin

En mis frecuentes paseos por el Barrio Franklin, suelo quedarme observando una creación ubicada en la calle Bío-Bío. No sé si Papelyyo es un artista solitario o un colectivo, pero bajo esta chapa está allí un collage muy particular. Aparece un pantallazo del MUCHO GUSTO, el matinal de Mega, donde se ve a la señora Patricia Maldonado, y el generador de caracteres (GC, en su abreviatura técnica) lanza la pregunta de si ella se pondría una traje de baño en su actual situación. De la pantalla sale un cable que da al micrófono de un notero que extiende ese objeto para ver si cuatro mujeres le responden. Una abuelita, una colegiala, una negra y otra fémina con rastros de haber sido golpeada guardan un silencio pétreo. Todas aquí, que cantaría Javiera Mena, piensan que es intrascendente esperar a la Maldo en bikini siendo vieja, y que la pregunta resulta estéril, el tintineo del vacío, o a lo peor la necesidad de obstaculizar la chance de hablar de algo más, muchísimo más importante que esa tontera. A menudo los medios tiran de esa pintura plástica por hueca, y por eso hay quienes llegan a ondear la bandera del pesimismo, pidiendo que se traten tópicos con altura. Suena bonito, pero también cuando se entregan materiales más sesudos, más poéticos y de inquieta naturaleza, no se oye padre acerca de ese entusiasmo, no hay quórum, que no la colonia cara. En mi caso, los materiales faranduleros pueden otorgar un placer delirante, mientras no le abran la puerta al escarnio gratuito ni a la fabricación de maquetas rosadas a modo de aborto repulsivo. Todo en la justa medida. Al final todos bebemos de estas fuentes mediales. No nos hagamos los lesos. Este collage callejero de Papelyyo logra llevarnos a pensar en qué es lo importante y qué no lo es y más allá. Y saca más de una carcajada.

PD: Hasta ayer, alguien le puso bigotes a la cara de Mrs. Maldonado. ¿Sabrá ella?