MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: el computador que no quería trabajar el sábado

Hoy fui a comprar papel higiénico a una distribuidora en Mapocho. Lo bueno de ir para allá es que los precios son baratos, y que el que atiende es un hombre cordial al que parece no faltarle rock, si me enfoco en que cada vez tiene puesto algún temazo de próceres como Suede, Stone Temple Pilots o, como pasó en este sábado, el viejo Rod Stewart con "Hot legs". Cuando trataba de pasar por el lector de códigos el paquete para hacer la boleta, el computador se quedaba pegado. El anfitrión dijo a manera de chiste preciso que tal vez ese aparato no quería trabajar en un día como este. Bueno, todo eso puede ser, si la tecnología se está acercando cada vez más a la interpretación de los sentimientos o de los gustos del gentío, que de eso se encarga la big data, algo de lo que Daniela Montané Yunge sabe muchísimo. Pero la desgana era sólo momentánea, y finalmente pude pagar los 4 rollos, y llevarme 2 gomitas Frugelé. Más encima este gentil hombre es como ese personaje que los Chancho en Piedra presentaban en la canción "Almacén": aquel Don René que saca las cuentas en un papel y le regala chocolates a su clientela, o más que nada a los niños. El espíritu barrial puede convivir con las boletas electrónicas. Que siga todo eso.