PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: las Pussy Riot se toman la Blondie en abril

Es de sobra conocido el caso de las Pussy Riot, colectivo anarcofeminista de origen ruso que actualmente declara contar con poco más de una decena de integrantes. Cuando no hacen tocatas, al menos arman conversatorios que rondan sobre los mismos temas de sus canciones: el feminismo, el maltrato a las minorías sexuales y la represión en Rusia, emprendida por su primer mandatario Vladimir Putin y la fuerza policial. En 2012 tres de ellas, incluyendo a la líder Nadya Tolokónnikova, fueron detenidas por ponerse a entonar "Mother of God, Putin put!", cántico en contra del ya citado, dentro de la Catedral del Cristo Redentor de Moscú. Más adelante sufrieron otro episodio vergonzoso, cuando se manifestaban durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, siendo golpeadas sin piedad por efectivos policiales. Y en plena final del último Mundial de Fútbol que se disputó en la misma Rusia, cuando Francia y Croacia se enfrentaban, varios simpatizantes de las Pussy, incluyendo a un hombre, se metieron a la cancha con tal de protestar en contra de las violaciones a la libertad de expresión. Durante los 2 años en que estuvieron presas, lograron ser apoyadas por muchos personajes, incluyendo hasta a Madonna, Bono Vox de U2 y en nuestro terruño la buena de Dadalú. El punk de estas heroínas encapuchadas anda cerca del intenso libro de estilo de las riot grrls, esa camada de bandas gringas noventeras dentro de las que están las Bikini Kill de doña Kathleen Hanna, unas que anunciaron reunión. Estas gritonas con mucho cuento visitarán Sudamérica, incluyendo una pasada por Santiago, confirmando un concierto en la Discoteque Blondie para el 17 de abril. Ya se pueden comprar virtualmente las entradas para esta visita especial al recinto aledaño al Metro ULA, que en preventa salen $14.000. Después subirán a $22.000. Ni hablar de la chorrera de entrevistas que van a dar, eso es seguro.