09 noviembre, 2014

PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: una aventura de la piel y el corazón


FRANCISCA VALENZUELA
Tajo Abierto
(Frantastic Records, 2014)

/POP/ Abre "Prenderemos fuego al cielo": campanas sintéticas remitiendo fácil al "Lights" de Ellie Goulding, violines onda disco... En la primera escucha no mueve tanto, pero a la tercera el oído la acepta y la reconoce como una secuela digna de "Quiero verte más" por reincidir en ese deseo intenso, como ella canta: y sin sentir/más que esta lujuria doliente.

Con esa pista nu disco empieza el tercer álbum de la chileforniana, otro reto que sucede al debut de primera que fue MUÉRDETE LA LENGUA (2007) y a la ampliación de la paleta de colores que se palpaba en BUEN SOLDADO (2011), donde la producción se divide entre Vicente Sanfuentes, Áureo Baqueiro, Jesse Rogg y, atención, un integrante de los siempre jugados TV on the Radio: David Sitek. Conforme pasan los minutos, TAJO ABIERTO se deja oír como una obra que borra de un plumazo toda tentativa de dar continuidad a las maneras "conocidas" de nuestra heroína: hay menos gancho pop radial (porque Fran en sus inicios te noqueaba a la primera escucha, incluso en sus canciones que no eran sencillos promocionales), aunque lo suyo sigue siendo pop, apostando por una serie de beats y líneas atmosféricas cuya vida útil parece complementar la expresividad de Francisca en cada escena y dejar que pasen arreglos más orgánicos. En el minutaje del disco nos encontramos con el entusiasmo por conocer otros caminos y otras sensaciones vía "No esperen mi regreso" (las veces que se repite ese no tienen sabor a afirmación segura), una situación de infidelidad que ella lee con agudeza en "Perfume de tu piel" (con versos que recuerdan mucho lo de Mocedades en "Tómame o déjame"), ese himno de autoafirmación tras sufrir cierto escarnio llamado "Insulto" (como "Titanium" sin David Guetta o algo así) o el halalí folclórico de la "Cuequita del corazón".

Pero si hay algo que dignifica a niveles máximos esta entrega son casi todos los temas donde Sitek mete sus manazas. "Almost superstars", la única en inglés del lote, queda como un pastel de electrorock saboreable mas no llenador del todo. Por su parte, el sadcore de atmósferas matizadas por bronces de "Siempre eres tú" gana muchos enteros, cerca de los bloques depresivos de AIR o Beck en los 00. Y de pronto te la encuentras rodeada por una base triphopera, una tela trickynológica que fascina y asusta por igual en "Catedral", otro punto alto con el cuerpo gozoso y su no discernir entre lo bueno y lo malo como motivo válido, el erotismo llevado al reverbero total. "Tajo abierto", la canción y el cierre de esta tercera cita, tiene a Francisca dando vueltas en torno a la experiencia cruda del vivir y el querer exponiendo la carne y sus fisuras, con ese pulso tan spectoriano. Elementos que ayudan a oír este TAJO ABIERTO como toda una aventura del la piel y el corazón, del goce y de la pena como casa, de una Fran Valenzuela que no le teme a las vueltas de tuerca. Su voz vuelve a estremecer, incluso mejor que otras veces.

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