CAJA MALDITA: El Diario Secreto De Una Profesional (o deténme si piensas que esto ya lo viste)

Mis queridos tevitos califas, ya tenéis más material para encenderos. Toca indagar en EL DIARIO SECRETO DE UNA PROFESIONAL (TVN, lunes 23:10), serie que viene a ser una adaptación local de la británica Secret Diary of a Call Girl (no me suena ni de rebote, y eso que mi radiotransmisor interno retiene nombres de seriales varias, aunque no use TV pagada).

¿Cuál es la gracieta de agarrar tal franquicia? Evidentemente, allí vemos a Fernanda Urrejola (sí, la misma de 16, Destinos Cruzados, Mujeres de Lujo, La Doña o la relectura para Mega de Adiós al Séptimo de Línea) interpretar a Javiera, vendedora de seguros que lleva una doble vida: en sus horas libres se convierte en Ángela, una prostituta elegante que atiende en su depto., siempre tutelada por una señora que acá es interpretada por Consuelo Holzapfel. Una "profesional" del placer. ¿Hey, para, no he visto esto mismo antes? Claro, la chica que ha hecho campañas para Adidas Originals ya fue meretriz en la citada Mujeres de Lujo (¡pedazo de teleserie!), pero aquí Javiera/Ángela no busca ningún hijo perdido como pasaba con María Magdalena/Esmeralda, ni la manduquea un Ronny Palma. Esta señorita lujuriosa disfruta de su cuento reflexionando instantáneamente, usando la ironía si es necesario, aunque deba di-si-mu-lar (Tulio Triviño dixit) a menudo. Justamente, los toques de comedia fortalecen a esta entrega semanal, y lo mismo ocurre con la calidad de imagen. Importante es destacar que en el episodio uno salió Pancho Reyes, el Mr. Nice Guy de los actores chilenos... ¡interpretándose a sí mismo! Javiera/Ángela lo llamaba mijito rico. Por su parte, en el más reciente disfrutamos viendo a Catalina Olcay (fue compañera de Urrejola en MDL) en un trío con un cliente. Ay ay ay... Larry Moe decía que EL DIARIO SECRETO DE UNA PROFESIONAL más parece una serie de Chilevisión que de TVN, lo cual es verdad. Y también es muy cierto que el cachondeo bien delineado no es monopolio de nadie. Sí es un derecho de todos nosotros, tontones con el babero puestísimo. Dardos de placer puros y duros, que nos hacen desear que llegue otro lunes, aunque debamos mamarnos ciertos trámites.