PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: Doug Sharp, líneas de fuga de ayer y hoy

A mediados de los años 70, un hombre llamado Doug Sharp dejaba que sus jóvenes dedos jugaran sobre un sintetizador Moog, encontrando vías de ruido agudo, oscilaciones llenas de intensidad, las cuales permanecieron en reserva por varias décadas, guardadas en cintas hasta su digitalización en pleno siglo XXI. BOOGAFOO MUSIC (Itsu Jitsu, 2011), definición particular aportada por su hija, se degusta como un ensayo para oídos abiertos a masajes alucinatorios, el cual regala dos piezas que superan los 13 minutos: "Opus #Glork, Move 2" y "Schveltronia Bimmsler études", secuenciadas junto a otras más breves. Subráyese también "Wasp train", lúdico track que avanza como una locomotora difícil de precisar. Mira que se las tenía bien guardadas...

Sharp no se queda sólo en rescatar esas teclas viejas, sino que propone novísimas líneas de fuga, más desconcertantes, en 5 Dozen Bite-Sized Sonic Sculptures One (Itsu Jitsu, 2011), EP inaugural de una saga que se extenderá a 5, los que serán reeditados en una caja complementada con un disco de remezclas. La docena de marras exhibe esculturas como "Peodopular fip fip", el mismo track que cierra BOOGAFOO..., intersección que da paso a un conato de glitch hop ("Kuul"), el inasible rock de "Complicated", la cinemática para mearse de miedo de "Sane Citizen", o la IDM con ácido muriático de "Skink gobblers". Entre estas miniaturas (sólo dos sobrepasan el minuto) sobresalen un "Metal on metal" que punza de verdad, y "Down on the pharm", o la base que Michael Jackson hubiese trabajado en caso de hacer pop vanguardista. Exploraciones que se agradecen.