CRÓNICAS HERTZIANAS: Cansarse con Willy Sabor

Sé muy bien que mucha gente siente simpatía por Willy Sabor, personaje cuyo rostro y voz causan risas justificadas, o que gente como el magnífico Stefan Kramer o Werne Núñez lo imitan, pero como no todo es tan perfecto, me da por pensar que sus intervenciones radiales cojean un tanto. Al menos si uno atiende a LA MAÑANA DE LA CORAZÓN (Corazón, lunes a sábado 8:00), que yo no recomendaría como acompañamiento ideal durante esas horas (hasta las 12), sino como un programa de digestión momentánea. ¿Por qué? Bueno, llega a ser abrumadoramente agotador tener que escuchar muchas veces al gordo dialogar con sus auditores, a los que complace con cantarles el "Cumpleaños feliz" si están en ese plan, o cuando les da su bendición seudogregoriana (¿los fanáticos católicos o evangélicos se quejarán?): En el nombre de Willyyy/te bendiiiiigooooo... Y ni hablar de la parrilla musical que sigue las cotas generales de la Corazón, léase música tropical en sus acepciones nobles e innobles, aunque con el reggaetón campeando es la segunda que nubla el panorama. Mejor verlo payasear en la tele que escucharlo a diario, para no poner en riesgo la paciencia. Ahora, si a alguien no le cansa, que siga oyéndolo en el otro espacio que tiene a las 16:00, LA CORAZÓN TOCA DOBLE.