PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: Los Ex han vuelto!

11 años han tenido que pasar para que Colombina Parra, Hernán Edwards y Octavio Bascuñán (en la primera formación también estuvo Pablo Ugarte -Upa!-), más conocidos como Los Ex, completaran un segundo disco, COCODRILA (W.R.S., 2007), acontecimiento que entusiasma más que nada a los que tienen el retrovisor puesto en los noventa, los que se acuerdan muy bien de "Sacar la basura", "La corbata de mi tío" y "Vendo diario", esos singles que habitaban su debut en BMG, CAÍDA LIBRE (1996).

COCODRILA, según Colombina, se diferencia del anterior álbum por ser menos explosivo y más emocional. Esa vertiente se oye en "Llorar aquí mismo", "Azul", "Me has pegado", "Me pateaste" y "Cruzamos la calle": la fatalidad urbana de la pareja donde él es impiadoso, y las marcas de la memoria son evidentes (¿cómo quieres que te olvide...?). "Vida social", el primer single, parece del primer disco desde que suena esa guitarra y ella se lanza en un alegato fresco, potente, perfectísimo en tiempos de farándula dura; candidata segura a canción nacional del año. El delirio esquizoide de "Que se calle la señora" perturba y te hace pensar en los aullidos de Karen O (Yeah Yeah Yeahs), pero más cerquita. "Si de tanto hablar" es un dechado de slowcore indisimulado, donde bastan unas pocas líneas junto a la música. Y lo juguetón mueve ficha cuando suena "Quiero ser como la Blondie", y digo juguetón en el fraseo, en el parloteo de fondo y el rechinar de copas chocando. 44 minutos que saben a reencuentro sin desperdicio, a potencia verdadera. Por algo en el digipack se lee: prohibida su reproducción a bajo volumen. La elegancia de la cubierta más las fotos del libreto son otro regalo a celebrar. Colombina Parra está como quiere, reptando y rockeando como nunca. Lo digo por experiencia propia.

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