21 marzo, 2007

MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: la culpa no la tiene Zamorano

Más de 40 días van de funcionamiento del Transantiago, y muchos son los que están disconformes, los que tienen que caminar varias cuadras para llegar al paradero, los que soportan el apretujamiento en el Metro, los que pierden minutos valiosos, los que se sienten asqueados de este juguetito manejado por el Gobierno. Quien fue convocado para promocionar el plan, Iván Bam-Bam Zamorano, acabó siendo objeto de burlas, chistes e insultos varios. Iván Luis no tiene la culpa, ciudadanos. La buena voluntad suya al creer que el Transantiago sería lo mejor para los santiaguinos no es cuestionable. Y tampoco la cosa pasa por que él devuelva los pesos que recibiría (él dice que todavía no se los dan), ni que pase algunos de sus autos de lux, como berrea alguna vieja fea reclamona, en un típico arranque de resentimiento social (¿acaso tengo que volver a ser pobre?, preguntó el ídolo). El Gobierno de la Sra. Bachelet está fallando en esto, aunque la idea era de Lagos, quien tampoco tiene la culpa. Y me pongo en los zapatos de la gente que vive en el resto del país, los que seguro están hartos de escuchar todo el rato acerca del plan y los inconvenientes ya citados. Estoy pensando en usar autoadhesivos para apuntar frases cuestionadoras y pegarlas en los paraderos que encuentre. Que se joda esta maraña. Y a Iván, un aguante.

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