30 diciembre, 2006

PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: el triunfo de Javiera Mena

Memoria fotográfica: alguna vez, al desplegar las páginas centrales de la Zona de Contacto de El Mercurio (ahora sólo disponible en la web http://www.zona.cl/), me encontré con una muchacha de nombre Javiera Mena, quien deseaba hacer canciones mezclando sus influencias de Mazapán y Stereolab. Años y más años han servido para catalogarla como gran promesa, y ni hablar de que haya sido motejada en Argentina, tras unas presentaciones allá, como amazona del pop global. Más tarde nos topamos con un par de catas bien decidoras: las canciones "Cámara lenta" (parte del soundtrack de la película SE ARRIENDA -2005. Dir.: Alberto Fuguet-) y "Sol de invierno" (en el compilado PANORAMA NEUTRAL), ambas parte junto a ocho más de ESQUEMAS JUVENILES (Quemasucabeza, 2006), el disco que la sitúa como una realidad maravillosa, un respiro especial dentro de estos lares (Índice Virgen lo publicó en la tierra de Borges). Javiera hace y deshace, tanto en ese halalí de pop adulto como en el desenvolvimiento más electrónico. "Al siguiente nivel" es puro entusiasmo videogamer en parte hermanado con The Postal Service. "Como siempre soñé" está escrita a medias con Sofía Oportot (Lulú Jam!), y viene a ser una declaración de amor indietrónica a la que no le sobra nada. En la citada "Cámara lenta" encuentro un par de curiosidades: parte del coro parece citar a un poema de Federico Schopf (ella dice que no lee mucho, pero en una de ésas se lo topó), y las palmas hacia el final las bate Daniel Guerrero (ex La Sociedad). La canción más triste, tal vez la mejor, se llama "Está en tus manos"; parte con el piano solo un poco como "Love" de John Lennon, y cuando esa voz se despliega uno piensa también en el Daniel Melero del disco 2, lo cual no empaña la vibración dolorosa que late. Hay por ahí una versión de "Yo no te pido la luna", tan personal que tal vez mañana se nos olvide que la cantaba Daniela Romo. El colofón espacial se titula "Perlas", contundente; Gabriel Vigliensoni (ex Lucybell, hoy en Los Mismos) aporta con su tecladito allí. Luego de tal escucha, a Javiera dan ganas de abrazarla por emocionarnos, por hacer que su triunfo sea nuestro, por el placer que se desprende. Con toda seguridad, es el mejor disco chileno de 2006. Su futuro está claro: en el cero siete habrá opus 2, más bailable según ella (¿en la línea de su proyecto compartido Prisa, otrora Tele-Visa?). Sea lo que sea, síganla.

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