MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: ¿qué mierda pasa con estos niños/as?

Difícil encontrar en estos días otra pregunta tan necesaria y ácida como esa. Difícil no hundirse en la indignación por lo que le sucedió a Pamela Pizarro, muchacha de 13 años de rendimiento escolar sobresaliente y muy linda, pero con unas compañeritas que le hicieron la vida imposible por una cuestión de envidia o quizás qué excusa asquerosa, y todo eso la llevó a tomar la decisión de quitarse la vida. Y dicen que todo más tarde podría ser peor; mientras la velaban, el fotolog que otras niñas de ese 8º Básico crearon se llenó de mensajes en contra de la agobiada muchacha. Da rabia escuchar a la Directora del Liceo Javiera Carrera de Iquique, con eso de que los cargoseos y demases cosas de las que era objeto Pamela eran normales, cosas de cabras chicas inmaduras... Algo anda mal, algo no cuaja... Si después de esto nos enteramos que otro cabro chico de mierda intentó estrangular a una compañera, porque le quería quitar un dulce. ¿Más? Una parvularia amarrando a un niño de la peor forma por ahí. Y pienso en otra cosa que tiene algo que ver, lo contó el año pasado Carola Urrejola en Revista Blank: en 5º Básico, una niña, para ser aceptada por un grupito, tenía que ¡meterse un dedo en la vagina! Al paso que vamos, y no es que quiera desde acá sonar apocalíptico, en una remota posibilidad aparecerán unos enfermos de la cabeza que hagan lo de Columbine (vamos, que ya en Alemania pasó también). Ma da asco que los lugares donde supuestamente se forman quienes serán el-futuro-de-esta-nación (frasecita obvia y odiosa) muestren postales de agresión, como si estuviera de moda el bullying, como si cualquier muchacho/a pudiera ser como el Jeremy del que nos cantaban Pearl Jam allá por el 1991. ¿Será que la famosa Jornada Completa hace realmente mal, que hay que cambiarlo todo? Mientras las ideas y las acciones llegan, recordemos a Pamela, pensemos que Dios la cuidará de veras.