14 julio, 2006

INFOLIOS DE ESTE TIEMPO Y OTROS: pensando en Bolaño

Hoy es 14 de julio. Sí, y aparte de ser el Día Nacional de Francia, se cumplen ya 3 años de que Roberto Bolaño, nuestro hombre en España, falleciera de un cáncer al hígado. El mismo que aquel 2003 recibió a Rodrigo Pinto para esa entrevista en la revista El Sábado (El Mercurio). Cuando leía yo ese texto, en algún momento debo haberme dicho, hablando solo, que a Roberto ya le quedaba poco, que esas eran más o menos sus últimas palabras, más cuando responde a la pregunta de cómo le gustaría que fuera su funeral; el hombre responde que uno al cual pudiera llegar por sus propios pies. Eso último define el esfuerzo enorme de Bolaño. Trabajó de varias cosas hasta poder llegar donde llegó, ganando premios como el Herralde y el Rómulo Gallegos (el discurso leído, que pude revisar gracias al desaparecido diario El Metropolitano, era de una gravitacionalidad no exenta de eso que llamaba profundidad abisal), publicando en una editorial de primera, léase Anagrama (Pedro Lemebel, el juez Juan Guzmán y Alejandro Zambra han sido otros compatriotas publicados), entregándose como nadie a esta profesión peligrosa que es la literatura, y viviendo con cierta naturalidad, la misma con la que aceptaba que jugaba en el computador de su hijo Lautaro, veía clips en la tele a altas horas y le gustaba "Aserejé" (!). Tan enorme ha sido lo que Roberto nos deja, que en una universidad de París, en la carrera de Letras es obligación leerlo. En cuanto a mí, sólo he leído algunos de sus poemas y artículos, me encantó "Fragmentos de un regreso al país natal", publicado en Paula primero y después recuperado en el libro ENTRE PARÉNTESIS. Ojalá me encuentre y me alucine con LOS DETECTIVES SALVAJES (en su momento se dijo que estaba al nivel de RAYUELA) o con la todavía más mamotrética 2666, o con cualquier otro tomo. Para cerrar este homenaje a este hombre, copio uno de sus poemas, el cual merece ser leído y releído y superleído, como todo talento.

RESURRECCIÓN

La poesía entra en el sueño
como un buzo en un lago.
La poesía, más valiente que nadie,
entra y cae
a plomo
en un lago infinito como Loch Ness
o turbio e infausto como el lago Balatón
Contempladla desde el fondo:
un buzo
inocente
envuelto en las plumas
de la voluntad.
La poesía entra en el sueño
como un buzo muerto
en el ojo de Dios.

No hay comentarios:

PAPELERÍA (o poesía): Del año

 Llegando a este punto  me pregunto si en el año que comienza  los sueños y fantasías  se detendrán  hasta nuevo aviso. Puede que ese proces...