Los rojos, los azules, los amarillos y hasta los verdes están tensos
ante la confirmación de que este planeta será más multicolor.
Es que cada uno ha querido el dominio claro de un color por próspero,
por soberano, por cálido o por conciliador, lo cual se echa por tierra
al ver sus prácticas mafiosas: los glóbulos regados, el mar y sus burbujas,
la lluvia de pasto, los pétalos amarillos asfixiantes -se les acabará
el jueguito: en un planeta multicolor tendrán que ser consecuentes,
tendrán que moverse mejor, besar sin tirar veneno
y no echarle la culpa a las pigmentaciones falsas.
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