26 noviembre, 2020

ADIÓS A DIEGO ARMANDO MARADONA, EL GRAN ÍDOLO DEL FÚTBOL ARGENTINO

En las últimas horas, el mundo entero ha dirigido sus ojos hacia Argentina, ya que ayer se confirmó una noticia desoladora para quienes aprecian el fútbol como un deporte popular y mágico. Falleció Diego Armando Maradona, quien con la 10 en la espalda fue un hombre clave a la hora de ganar con su selección el Mundial México 86. Durante sus pasos por distintos clubes como Argentinos Juniors, Boca Juniors, Barcelona o Sevilla, logró brillar más que nada en su paso por el club italiano Napoli, al que le dio varios títulos y revolucionó a esa ciudad como ningún otro. Maradona fue un tipo excepcional con la pelota en los pies, capaz de brillar a gran altura, ubicándose en ese rincón reservado para los mejores de la historia, al igual que Pelé y Johan Cruyff. Pero en su dimensión personal Diego Armando también tuvo caídas y recaídas, como su adicción al alcohol y a las drogas que trató de combatir en Cuba con la ayuda del mismísimo Fidel Castro, o sus problemas con las mujeres y su agresividad con los periodistas. Como decía hace un rato Alfredo Lewin, el Diego fue un tipo que encarnaba antivalores, pero a pesar de eso sus compatriotas lo adoraban como a un dios, le reían sus gracietas. Gente de otros ámbitos como el musical han tenido sus encuentros con Maradona: Andrés Calamaro, Charly García, los hermanos Gallagher cuando fueron a Argentina con Oasis e incluso Alberto Plaza, de quien el 10 se declaró fan y lo invitó a su partido de despedida en 2001. A este habilidoso jugador también le llamaban el Pelusa, o el Barrilete Cósmico, apodo pronunciado por Víctor Hugo Morales cuando relata el segundo gol que Diego le convierte a Inglaterra en el 86, ese carrerón sin igual. Antes hizo uno donde metió la mano, pero el árbitro lo cobró igual, quedando tal jugada dudosa ante los ojos del planeta fútbol como "la mano de Dios". Tuvo sus incursiones como entrenador, y la principal fue dirigiendo a la propia selección trasandina en el proceso rumbo a Sudáfrica 2010. Clasificó a última hora tras vencer a Uruguay, y antes sus pupilos hicieron el ridículo al ser goleados por Bolivia en La Paz. En esa conferencia de prensa tras el cierre de las Eliminatorias pronunció otra cuña políticamente incorrecta: con perdón de las damas, que la chupen, y que la sigan chupando. Hasta hace un rato se efectuó el velatorio de Maradona en la Casa Rosada, el palacio de Gobierno, con mucha gente haciendo fila y tras el fin de aquello incidentes. Comentaristas de la talla de Horacio Pagani y Martín Liberman, o ex compañeros suyos como Jorge Valdano o Claudio Borghi también manifestaron su pesar por la muerte de un gran ídolo no sólo de Argentina y del balompié, también de la cultura pop en todo su esplendor. En los descuentos de un 2020 marcado por la emergencia sanitaria del coronavirus, nos golpea esto. Cuesta acostumbrarse a vivir de aquí en adelante en un mundo sin Maradona, sin Neil Peart (Rush), sin Eddie Van Halen. Pero hay que hacerlo. Y ahora más que nunca han de resonar las palabras lúcidas de Diego Armando en La Bombonera al cerrar su etapa como jugador: LA PELOTA NO SE MANCHA. En ella está la ilusión del pueblo. Gracias, D10S, por toda la magia. Ya dijo Pelé que espera reencontrarse con él en el cielo cuando le toque y jugar juntos.

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