29 mayo, 2017

PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: ensalada eléctrica


LAS MAIRINAS + GRIS CASTIGADO + COLUMPIOS AL SUELO
Centro Cultural Matucana 100
domingo 28 de mayo

El último domingo de mayo se celebraba el Día del Patrimonio, ocasión en que varios edificios importantes abrían sus puertas a la gente de manera gratuita. Pero uno mismo no se dedicó a hacer esos recorridos, más bien estuve un rato en la Biblioteca de Santiago y dando vueltas cerca de la Estación Central. Luego me acordé que en Matucana 100 se juntaban tres propuestas de talante independiente. Cuando entré al Espacio Patricio Bunster, alguien me puso un timbre con el logo de Fisura, el sello que organizaba la velada, la cual fue abierta por Las Mairinas, proyecto de un integrante de Congelador, Walter Roblero, acompañado por un baterista. Hicieron tres exploraciones: una cercana a las atmósferas de Flying Saucer Attack con un toque rítmico tropical, otra en plan dream pop clásico y la última con regusto Suicide (será por los gritos marca Alan Vega que Roblero dio al final). Estimulante aperitivo que daría paso al número intermedio: Gris Castigado, formación con una chica y un chico compartiendo las voces y las guitarras, cultivadores de un noise punk que si a algo suena es a los primeros Sonic Youth y a los Nirvana menos complacientes, por esa manera de darle a sus instrumentos encontrando una energía sucia y bruta que fascina a todo aquel que gusta del rock más a la vena. No les pierdan la pista para la próxima.

Y llegó el momento estelar con una banda justamente representante de Fisura. Columpios Al Suelo, escuadra comandada por Juan Desordenado que cumplía con presentar su reciente EP Un Día Afuera. Con todo el set debidamente atendido hay que señalar que los temas de ese breviario (incluyendo el titular, con esa receta de melodía muy The Sundays, ritmo New Order y grititos a lo Robert Smith que debería sonar en la radio) parecían bastante suavecitos al lado de otros momentos de furia indie rock como "El baile de las máscaras"; todo quedaba como un carrusel desbocado del que no daban ganas de bajarse. Alternaban todo ese material más intenso con pasajes acústicos, semieléctricos o con teclado. Cuando Columpios tengan listo su álbum habrá que parar las antenitas, porque con lo escuchado en esta tocata no hay manera de negarles el saludo. Bienvenidos sean estos muchachos. Así fue la ensalada eléctrica, que diría Merzbow, en la jornada patrimonial.

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