5
Me sigues y te sigo. Me desvistes
y te desvisto. Llega a mí tu lengua
y yo paso la mía que no mengua
queriendo avanzar por tu carne triste-
ni tan triste, feliz si ya me dejas
que huela tus rincones y después
me hueles, me absorbes del revés
y al derecho, gata, me desmadejas.
De pie ante ti estoy para presionarte-
no en la acepción hostil, sí en la del premio
que merece una gata cuyo asedio
la define más que otro rol garante.
Yo no soy digno. ¿Tú tampoco? El premio
es tuyo y mío. Por igual. En serio.
6
Deseo que tus sílabas
me den placer al oír.
Espero que tus sílabas
me hagan babear sin fin.
Anhelo que tu mano
me haga andar y volar
fuera del triste plano
que nos haría llorar.
Exijo que tu boca
sea una bala loca
aquí y allá también.
Y quiero que tu sexo
sea el cristal conexo
que siempre me hará arder.
7
Centímetros de piel son más que eso:
tratándose de ti, parecen metros
y metros largos, caminos que incluyen
detalles justificando el viaje
que he hecho muchas veces, y repito
como un acto de fe, de devoción
que siempre valoras, sonriente al máximo-
fierecilla que parece domada
mas ella es la que doma, vibra y pide
más de lo mismo, cuando esa costumbre
es la cima de algo indefinible
que en su explosión construye un fuego dulce
que lleva tu hermoso nombre escrito,
centímetro a centímetro de piel.
8
Te agradezco la mirada directa,
el arañazo, el susurro, el roce
de tu pelo al principio, el primer goce
en el beso viscoso, un cierto néctar,
la forma en que tu intensidad se flecta
sin dejar dudas, el segundo goce
al soltar las amarras, esa pose
sugerente y muestraria que se presta
para agarrarte y no parar de darte
mi aprobación en forma de encendido:
el tercer goce, el cuarto, el quinto, el sexto,
la canonización fiel de tu sexo
que quedará en mi cerebro jodido
y feliz. Valió la pena abrazarte.
1 comentario:
Un poema abusado con jerarquía con poder pero delicioso al leer ... Juan de verdad es maravilloso ...
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