PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: Radiohead se van por las ramas

Reconózcase lo siguiente: el título del nuevo largo de Radiohead, THE KING OF LIMBS (XL/EMI, 2011), encaja en ellos como anillo al dedo. Porque hace ratazo los hombres de Oxford se adjudicaron el derecho a ser los reyes de irse por las ramas, escalándolas ágilmente, como Pangal Andrade subiendo un árbol en el reality show AÑO 0, entendiéndose aquello por buscar los entresijos complejos, las destilaciones postpoperas más firmes. Este álbum que no supera los 40 minutos, sana decisión, viene a nuestros oídos como un hermano menor de KID A (2000; disco de la década según Rolling Stone), y también guarda cierta cercanía con el intento solista de Thom Yorke, THE ERASER (2006), al aunar espesura rítmica (con visos filoafricanos en la glitchy "Bloom" y en "Morning Mr. Magpie") y esmalte melódico sin llegar a sorprender, pero con la prestancia más ubicua, esa que reside en "Codex" (¿otra "Pyramid song"?), "Little by little" o el single "Lotus flower" (mucho ojo al impagable bailoteo de Yorke en el video). Al fin y al cabo, este octaedro no será THE BENDS (1995), ni OK COMPUTER (1997), ni tampoco IN RAINBOWS (2007), mas todavía no llega el momento en que la escuadra donde también militan los hermanos Greenwood saque un disco realmente desechable. Y sabiéndolo, la fanaticada-cabeza-de-radio puede seguir entusiasmada.