05 abril, 2010

MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: a una abeja que se quería hacer el pino en mi espalda

Abejita abejita, quién sabe qué clase de lanceta me hubieras clavado si te hubieras quedado en mi espalda. De allí te expulsé, mientras sonaba el CERRADO de Christina Rosenvinge, sorprendiéndome en demasía. Al fin y al cabo no eras una mosca ni una polilla. Te hice chocar contra el parqué, gracias al lanzamiento que mi mano temeraria efectuó, y segundos después pude exterminarte. Ha ha! Gracias a Dios no terminé contigo en la lengua, lo que le pasó al Chino Ríos cuando tomó un vaso de agua en Holanda. Adiós, canalla.

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PAPELERÍA (o poesía): Del año

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