07 septiembre, 2005

MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: un árbol

Ayer me detuve a mirar un árbol, el principal del lugar donde trabajo. Mirándolo bien uno advierte al principio lo obvio: que no tiene una sola hoja, que sólo alberga arriba ramas y más ramas. Eso sí, ellas están puestas en direcciones disparadas y no puramente curvas, y de repente llego a ver no el típico árbol: pareciera que veo una escultura de Roberto Matta, con el característico desenfado surreal que se manifiesta. Las ramas locas con su existir desnudo prometen fertilidad, aunque no sepan ni el why ni el because de todo eso.

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