26 febrero, 2019

PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: fallece Mark Hollis, vocalista de Talk Talk

Ayer la noticia nos golpeó de frentón. A los 64 años, y a causa de una enfermedad de la que todavía no se sabe mucho, dejó este mundo el británico Mark Hollis, quien fue el cantante de Talk Talk. Su voz fue sin duda una de las mejores de la música popular, por su emotividad sin mácula. Y la historia de ese núcleo que formaba con Lee Harris y Paul Webb (el mismo Rustin Man que grabó un disco con Beth Gibbons, la voz de Portishead) parte como la de un grupo encasillado en la new wave, debutando con el álbum THE PARTY´S OVER (1982), y alcanzando más éxito con IT´S MY LIFE (1984), fundamentalmente gracias a sencillos como "Such a shame" o el que le da título a esa segunda placa; uno de los videos que tuvo muestra imágenes de animales, lo cual la marcaba como un himno animalista. En pleno siglo XXI, "It´s my life" volvió a ser popular, ya que No Doubt la reversionó. En las entregas siguientes, THE COLOUR OF SPRING (1986) y SPIRIT OF EDEN (1988), el nivel de riesgo creció exponencialmente. De a poco las estructuras pop radioformuleras se esfumaban, y Talk Talk manejaban unos modos expresivos difíciles de leer para el oyente promedio. Ya estaban metidos en un rollo art rock que bebía del ambient y de la música de cámara. Que "I don´t believe in you", del tercer disco, haya tenido en SPIRIT OF EDEN una contraparte post pop como "I believe in you" es un ejemplo de que ya no estaban para fabricar salchichas, y en la EMI estaban cabreados pidiendo explicaciones. Cierran el vínculo con esa disquera sacando el recopilatorio de singles NATURAL HISTORY: THE VERY BEST OF TALK TALK (1990). El cierre de su andadura fue LAUGHING STOCK (1991), prensado por Verve Records: otra obra esquiva y bella, grabada en Highbury por Mark y Lee, ya que Paul se marchó. A menudo se le indica como una piedra fundacional de lo que se considera post rock. De hecho, la revista digital Stylus lo eligió en 2007 como el mejor disco de post rock de todos los tiempos. Y Pitchfork lo ubicó 11º entre los mejores discos de los 90. En 1992 se declara la disolución del grupo. Harris y Webb se reencuentran desarrollando un proyecto como .O.rang, en el cual había apariciones de la mismísima Beth Gibbons y de Graham Sutton (Bark Psychosis). Mark saca un disco en solitario durante 1998, y sería todo; la última vez que se le vio fue a la hora de recibir un premio. El día de ayer murió una figura misteriosa que merece todos los homenajes. En Chile quienes más le deben son Beto Cuevas y Claudio Valenzuela (Lucybell). Los melómanos busquillas lo saludamos y le agradecemos su aporte.

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