MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: fallece Matilde Pérez, pionera chilena del arte cinético

No podemos dejar fuera una noticia que para las artes visuales chilenas importa mucho. Cuando octubre recién comenzó, o sea el miércoles, doña Matilde Pérez murió. Esta mujer siempre cultivó un bajo perfil, lo cual no significa que sus méritos artísticos hayan sido bajos. Muy por el contrario, Matilde hizo historia incursionando en el arte cinético, siendo alumna de un pionero mundial de esa vertiente: Victor Vasarely, húngaro radicado en París del que tomó nota para luego avanzar en sus exploraciones, las cuales le permitieron fundar en 1975 el Centro de Investigaciones Cinéticas de la Universidad de Chile, lugar que lamentablemente la garra de Pinochet se encargó de tumbar al año siguiente. Sus obras no sólo fueron carne de exhibiciones en galerías o museos, pues el año 1982 consiguió mostrar una escultura llamada "Friso cinético" ¡en el Centro Comercial Apumanque!, pieza que actualmente la tienen en la Universidad de Talca. En 2004 se ganó una estatuilla en los Altazor, entre otros premios, mas el Nacional de Arte nunca se le dio, deuda dolorosa sin duda. Yo funciono para el que quiera conocerme. El que no quiera, está bien. No tengo responsabilidades con nadie. Nunca me he preocupado si en Chile me reconocen, decía alguna vez esta mujer, remarcando su coraza valedera, seguramente creyendo que la sobreexposición no funcionaba con ella. Se le saluda con mucho entusiasmo ahora que alcanza la otra dimensión. Se le agradece su osadía geométrica. Nunca la olvidaremos.