MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: el caso de un preso que se arrancó de Colina II... ¡metido en un sillón!

Gendarmería ha estado en el ojo del huracán por dos situaciones que de tan anómalas son para recagarse de la rerisa. Ambas ocurrieron el viernes. Una fue lo de un reo que cumplía condena en Rancagua: el Director de Gendarmería de la Región de O´Higgins le pidió al recluso que lo ayudara en el arreglo de su casa fiscal, y de un momento a otro se arrancó. A uno lo destituyeron de inmediato, y al otro ya lo encontraron. ¡Plop!

Pero más ridículo que eso es lo que pasó en el penal Colina II. Alexis Viveros Otárola, muchacho de 22 años, cumplía una condena de 15 años y un día por robo con violencia y robo con intimidación; ingresó en abril de 2011. Tras un conteo de los reos que están, a las tres de la tarde se dieron cuenta que Viveros se fugó. Lo hizo metiéndose en un sillón confeccionado por otros presos amigos suyos en un taller del módulo 5. Habiendo burlado así tres controles, se dice que otra gente lo ayudó a evadirse. Hasta el momento no aparece, por lo tanto ya van 5 días en que no hay señales de este recluso que sin duda hizo algo que tiene a Gendarmería con las manos en la cabezota, y a los que observamos riéndonos de tamaña ocurrencia. ¡Doble plop!