02 febrero, 2012

PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: el magnetismo primario de Manuel García

Los primeros meses de este 2012 no serán paja molida para un músico excepcional como Manuel García, si tomamos en cuenta su reciente participación en el Festival del Huaso de Olmué, y su venidera aparición en el de Viña del Mar, como jurado y mandándose su showcase (mmm, ¿se sentirá a gusto evaluando las posibles soserías que desfilarán por la Quinta Vergara?). El ex miembro de Coré y Mecánica Popular está recibiendo serenamente los cariñitos de la prensa masiva, lo cual vale aprovechar mientras dure.

Y si hablamos de Manuel y su valía, revisemos aquel debut en solitario. PÁNICO (Alerce, 2005) llegó en la medianía de la década pasada, tiempos donde aparecían otros álbumes chilenos importantes, como GEPINTO de Gepe, MÚSICA PARA DESPUÉS DE ALMUERZO de Bitman y Roban y VIDA DE PERROS de Los Bunkers. Poseía un magnetismo inconfundible, muy cercano a la trova del cubano Silvio Rodríguez pero con personalidad propia, la cual le permitía entregar clásicos instantáneos en todo su minutaje: "Tanto creo en ti", "Bufón", "Insecto de oro" (y su final blusero), la pintura sonora muy enmarcable de "Tu ventana", "Cómo dices tú", "Azúcar al café", el crescendo sólido de "Caen lunas"... Eso sí, lo más cotizado en PÁNICO sigue siendo "El viejo comunista", una de las mejores canciones nacionales de la década anterior, por esa melancolía indestructible, por ese estremecimiento, por representar esa belleza americana de la que hablaba Iván Valenzuela cuando reseñaba este mismo disco en Rolling Stone Chile (febrero 2006) sin arrugarse, porque la lluvia que contempla el viejo la ha visto más de uno en su recorrido vital, o la ha imaginado. Otro acierto de García radica en repasar temas que estaban en el songbook de Mecánica. Es el caso de "La pena vuela" (del FATA MORGANA, 2003) y "Hablar de ti" (en MECÁNICA POPULAR, 1999; su primera versión andaba más cerca del Neil Young eléctrico), prolongando su luminosa vida útil. PÁNICO fue un primer paso enorme para Manuel, cuyos siguientes entusiasmaron más y más: TÉMPERA (2008) y S/T (2010).

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