MINIMALIAS Y MAXIMALIAS: el fin de la quimera chilena en Sudáfrica

La jornada del lunes 28 de junio quedará en la historia como el cierre, desafortunado por demás, de la campaña que Chile hizo en el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. Brasil se impuso una vez más, con un 3-0 (goles de Juan, Luis Fabiano y Robinho) certero, donde se advirtieron errores: de marca en un tiro de esquina, y de salida por cuenta del arquero Claudio Bravo. Durante los primeros 30 minutos, los once de Marcelo Bielsa (que se trapicó usando 3 sistemas distintos durante el partido, horror) tuvieron consistencia y armas para inquietar al Scratch del frío y calculador Dunga, pero más tarde Brasil puso los puntos sobre las íes en la red, y el armazón defensivo como garantía constante, aunque Humberto Suazo y Jorge Valdivia algo intentaron. Se sabe: para hacerle el peso a los brasileños no hay que cometer errores gruesos, ni nada parecido. Lo positivo fue que sólo nos convirtieron 3, porque si esta Roja hubiese tenido un cariz pichanguero nos encajaban 10. La Selección regresa el miércoles, tras una campaña saldada con triunfos sobre Honduras y Suiza (1-0 a ambos), una primera derrota con España (1-2), 6 puntos en la primera ronda, y la sensación de que faltó más poder a la hora de convertir más goles que los conseguidos. Aunque sólo llegaran hasta octavos de final, estos jugadores seguirán causando interés, ya que todavía son jóvenes en pleno desarrollo, y pueden encarar el desafío de llegar al próximo Mundial de 2014, que se jugará en Brasil, mire Ud., con un trajín importante, esté o no Bielsa a cargo; ese punto depende de los esfuerzos que la ANFP haga, Harold Mayne-Nicholls mediante, y no son pocos quienes desean seguir viendo al rosarino dirigir, y a su escudero Bonini, autor de la manoseadísima cuña ¡te quiero ver, papá! (hasta el CLUB DE LA COMEDIA tontea con eso), haciendo fuerza para un 2011 que incluirá la Copa América como desafío claro. A todos los jugadores que ayudaron a pavimentar este camino, ¡muchas gracias!