Cada loco con su tema
y cada tema con su loco:
al final hasta los mocos
construyen coherentes lemas.
Cada loco con su tema
y cada tema con su loco:
al final hasta los mocos
construyen coherentes lemas.
Cuando se vuelve a pensar en ello
se evita que los ecos de la mente
sean un envoltorio desechable
y se le da continuidad a un canje
que mastica el centro líquido
de la idea sólida recobrada.
Del dicho al trecho
el trecho es trampa
y el dicho se ensimisma
en explicar los baches.
Todavía guardo la boleta
del pollo que comimos. Todavía todo
huele a fritura, floritura intensa
difícil de igualar, salsa de besos
que cayó al suelo abruptamente
con las arcadas de la traición.
Donde hay ceniza confundiéndose
con el cemento trizado de siglos
el fuego puso lenguas lascivas
invasoras de apoyo camuflado.
El que las avivó sigue con lo suyo
claro que aislado de otros miserables
condenado a no poder encender
otro fuego ni para calentarse.
orlando netti cantaba clásico
es amarte ese es
un cover de un tema en
inglés en este fragmento
de ocio bien establecido
tiendo a pensar
que cuando intentamos
usar las palabras de amor
las precisas
las sin pulir
las retorcidas o las más
obscenas tratamos de sonar
convincentes pero apenas
nos da la mollera
para echar mano
(que no correr mano)
de frases hechas barnizadas ya
robadas de otros poetas cantores
o reversionadores como el de
clásico es amarte lo clásico
suele ser el remedo de intentar amarte.
la mano desgastada
con sus callos y sus ampollas
con sus leves heridas o
sus moretones silvestres
se tiende sudada en lo terrible
de los pasos exigentes o
se cierra en el vacío seco
se llaga en la ausencia
es mordida en lo impaciente
la mano es la huella carnal
de la desesperación.
estoy por dejar que me cruces
la piel en un signo distinto
estoy por deletrearte o desear
que tu silencio sea lo nutricio
lo que me desordene y me ponga
los pies en otra tierra llena
de tu abrazar que ya es la mejor remezcla
de los afectos de toda la vida.
Toqué a tu puerta y me di cuenta
que esa puerta se desplomaba.
Que lo presente era espejismo, utilería
enclenque. Que el vaso de agua huérfano
perdía pureza.
Que eres la capitana
de un relato burdo y predecible.
¿cuándo te vi? ¿cuándo
me fuiste antorcha breve
de lo que era calor provisorio?
¿o eras nota al pie de una
tarima errática?
Ciela literal y metafórica,
cuerpa temblorosa y segura por completo, llenura
de fragmentos que de tanto
derretirse se van haciendo
una masa dura de asumida,
si te vengo a reverenciar, referenciala pintada de
piel libre con estrías honestas es porque puedes
también jugar a ser
infierna rojiza en su punto,
tridente acariciante,
gesto orgásmico que trasciende
en la brevedad del roce. Ciela,
aquí te pinto real y mejor
que el realismo trucho
de otros pobres cuerpos.
Dudo que reaparezca
el espíritu de cruzar
hacia la pastelería o
hacia el local de juguetes
y tarjetas. Pero al menos
cerca de esos lugares perdidos,
frente a un edificio
que no tardará en poblarse,
hay algunos bancos de piedra,
algunos ejes interpósitos
que me ayudarán a destrabar
mis dudas caseras asfixiantes.
Y puede que tras cualquier suspiro
algo de lo que estuvo reaparezca,
miel de cosecha tardía, cruce
que no falsea su olor.
En un repaso breve
y momentáneo
noto que mis uñas no crecen
porque las muerdo a diario
mis canas van de lo blanco
a lo gris invierno
mis legañas resisten
como producto bruto del insomnio
bebo incluso cuando
no tengo sed
olvido las canciones de mi juventud
y recuerdo que mi conciencia
viaja a saltos altera su trama
pasa por bajones ácidos
duda en llegar a la medianía
se tuerce en calambres nunca a medias.
Lo que cae en desgracia no es la gracia
sino la forma de barnizar esa posible gracia:
el pincel aleatorio de tantos días y noches
se gasta, se coloca tieso, mojado por una sangre
morada y adulterada, filtro venido a menos
sin venir a la cita de siempre,
sin extender el esmalte de la vieja gracia.
*Javiera Mena
Ensayo arte error
y otra vez ensayo
y otra vez contorsión de
cierto arte nacido
de un error menos grave
que desliza un rayo o una
paleta de colores imaginable
en tus dedos que me agarran
y parecen más firmes que
los brazos del autómata más
reforzado tu ensayo
es mi acierto recibido el
que yo imaginé cerca de
la lámpara del sueño y
hoy es tu arte mayor tu
abrazo de hoy que permite el
error sonriente el ensayo que
ni Montaigne eso que me haces
es tu destello tu alto arte.
Mmm... si tuviera que hablar
sobre el vapor que ese tren
deja flotando en el aire por un rato
eso sería convocar al paisaje
más etéreo y blanquecino
dominando ese cuadro mañanero.
Pero el vapor que domina
ahora es el de muchos cuerpos
desesperados por subirse a un tren,
el de quienes siguen atados
al reloj envenenado y a quienes
lo alimentan de su propio bolsillo,
el de quienes perdieron el vagón
de lo armónico ilusionado por seguir
el repique de ladrillos y pasto seco,
sacrificio que deja flotando en el aire
por largas horas el vapor oscuro,
el dibujo hostil por
(bastarda) excelencia.
El colombiano Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura 1982, tuvo entre sus preocupaciones más allá de su oficio como narrador excepcional, observar el escenario que en esos años ochenta iba gestándose en torno a la energía nuclear, esa amenaza que puso en el imaginario colectivo la imagen del botón que si se apretaba el planeta entero iba a verse perjudicado. Sobre eso dio una conferencia en la ciudad mexicana de Ixtapa, la cual quedó transcrita en una plaquette como EL CATACLISMO DE DAMOCLES (Editorial Oveja Negra, 1986). Quien fue el creador de la notable novela CIEN AÑOS DE SOLEDAD (1967) señalaba allí algo no menor: que se podía ayudar a combatir el hambre y el analfabetismo ocupando una parte de lo que Estados Unidos y la entonces Unión Soviética gastaban en submarinos y en armas. No deja de ser claro don Gabo al decir que la amenaza nuclear colgaba sobre las cabezas como la espada de Damocles, o el cataclismo, como aparece en el título de este breve texto, el cual vale la pena revisar. Dejo este párrafo a manera de muestra: Un gran novelista de nuestro tiempo se preguntó alguna vez si la tierra no será el infierno de otros planetas. Tal vez sea mucho menos: una aldea sin memoria, dejada de la mano de sus dioses en el último suburbio de la gran patria universal. Pero la sospecha creciente de que es el único sitio del sistema solar donde se ha dado la prodigiosa aventura de la vida, nos arrastra sin piedad a una conclusión descorazonadora: la carrera de las armas va en sentido contrario de la inteligencia. Con los bombardeos rusos sobre Ucrania, las palabras de García Márquez deben ser reconsideradas.
Fácil querer que los planetas y las estrellas
se alineen para llegar a conseguir eso.
Fácil se dice pero apenas uno se levanta
y encuentra el desorden en el cuarto
y un enredo de deudas y compromisos
que se parecen al hoyo negro del espacio.
Espaciarse no era llevar un traje blanco con un casco
ni hablar de dar un paso adelante en representación
de su raza. Espaciarse es pisar la tierra firme
sin apuro, buscar el temblor de esos pasos
no siempre hacia adelante, porque retrocesos,
piques o cruces diagonales dan cuenta
de un espacio a manera de república
huidiza que conserva su reloj de arena
aunque los cuadrados infames lo quieran vandalizar.
Lo que se clava
como espina
estaca
clavo lustroso
habrá de dibujar desde el rosal
el muro
la tierra
la piel descorazonada
un cuadro empapado que te cuente
mejor que cualquier verborrea
lo que duele perder
más allá de los líquidos
más acá de los rincones y las confianzas.
el mundo al revés
ya estaba hecho:
pillarlo del derecho
pondría otro por qué,
daría a lo que fue
otro golpe en el pecho,
o detendría el provecho
del mal bufón que no ves.
Las varias esquinas caminadas
y el pasto encontrado empujan
al incierto figurín que soy
por ver si amarro algún relato
una señal convertible
en posibilidad terrestre
más allá del discurso trizado.
1. Princesa Alba- "Te lo prometo" 2. FloyyMenor y Cris MJ- "Gata Only" 3. Vesta Lugg con Loyaltty- "Paracetamol (Pe...