Si la pasión fuera un chicle
de menta o de frutilla
no me gastaría en mascarlo:
lo escupo y ya. Menos mal
que sabe a viento duro,
a masa intrincada
por retener.
Llegando a este punto me pregunto si en el año que comienza los sueños y fantasías se detendrán hasta nuevo aviso. Puede que ese proces...
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