Atrévete a aceptarlo:
alguna vez creías
que el desenfreno salvaje
y muy incansable
podía ser igual de brutal
que un disco rayado
de lúpulos germánicos.
Tal atrevimiento
puede ser como la mordida
muy jevi de un tiburón
vaciado de su caricatura.
Llegando a este punto me pregunto si en el año que comienza los sueños y fantasías se detendrán hasta nuevo aviso. Puede que ese proces...
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