28 noviembre, 2016

PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: encarando la pérdida por la vía experimental


NICK CAVE & THE BAD SEEDS
Skeleton Tree
(Bad Seed Ltd./Kobalt, 2016)

/POST CANCIÓN DOLIENTE/ ¿Es justo que la vía experimental se use a la hora de expresar sentimientos de pérdida? Es un hecho que en la música popular lo emocional suele ir de la mano con las melodías más melosas o amaneradas, más un deje versificador que busca la rima a como dé lugar. Pero esta vez hay un ejemplo que rompe con esa tendencia, y lo aporta acá un viejo zorro de la talla de Nick Cave, quien pone en marcha nuevamente a sus Bad Seeds para entregar un disco que no es cualquier cosa.

SKELETON TREE se preparó desde 2014, y mientras tomaba cuerpo llegaba una noticia dolorosa: el hijo quinceañero de Cave muere cayendo por accidente desde un acantilado. Ese momento marca a fuego al protagonista, y le da un sentido mayor a esta nueva obra, en la cual se huye de los formatos convencionales del rock y la canción de autor con los que Nick ha tenido contacto en sus últimas producciones. Toques de electrónica ambiental y neoclasicismo dan vida a ocho temas que dirigen su mirada al tema de la pérdida en distintos escenarios, sin llegar necesariamente a hablar del hijo que se fue tan explícitamente. Las palabras vuelan desde la boca de Cave y quedan adosadas al fondo sónico, envueltas para remecer de verdad. Un ejemplo sería el out blues bañado en acoples de la inicial "Jesus alone", donde declama: With my voice/I am calling you. Esa desesperación que se vuelve certeza abismal cuando se canta en "Anthrocene": All the things we love, we love, we love, we lose. La pena no deja de cuartear los rincones de un corazón que busca consuelo, como pasa en "Distant sky", tema donde colabora la soprano danesa Else Torp, quien entona: Soon the children will be rising, will be rising/This is not for our eyes. Sí, nuestros ojos no merecen cegarse con la luz espesa de la ruptura injusta, ante la cual quedan pocas explicaciones. Hacia el final, en "Skeleton tree", se describe el paisaje que queda tras esos momentos duros. And nothing is for free. Justamente, nada es gratis si uno mira los fotogramas instalados en el pensamiento flotante, los pedazos de historias donde hay un poco de brillo esquivo, tan esquivo como la totalidad de este álbum, uno de los más sobresalientes de este año, capaz de hacerle el peso al BLACKSTAR del ya difunto David Bowie. Su complemento visual es el documental ONE MORE TIME WITH FEELING, que muestra a Nick Cave contando sus impresiones en torno a la obra en cuestión, filme que ya se ha paseado por festivales y tendrá estreno en distintas salas del orbe para diciembre.

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