PUNTEOS, LOOPS Y DEMASES: el inicio del éxito de Hayley Williams y los suyos

PARAMORE
Riot!
(Fueled by Ramen/Atlantic/WEA/Warner, 2007)

/EMO POP/ No me cabe duda alguna: a Paramore se les tiene cariño por estos lados. Basta con caminar por Ricardo Cumming y notar que los stencils promocionales de aquel BRAND NEW EYES (2009) siguen allí, conviviendo con afiches o consignas anarquistas. O mirar un rayado en el que alguien saluda a Hayley Williams, ubicable en Moneda, cerca de Matucana 100 y la Biblioteca de Santiago. Habían tocado en 2008 y 2011, y el jueves 18 de julio será su tercera vez en Chile, presentándose en el Movistar Arena del Parque O´Higgins, con disco homónimo bajo el brazo, el primero sin los hermanos Zac y Josh Farro.

Por lo mismo, me place revisar el segundo elepé de la banda, tras ALL WE KNOW IS FALLING (2005), instancia donde su éxito masivo empezó a fructificar. Paramore llegaban a los oídos de propios y extraños dentro de ese lote de bandas que ofrecían una versión comercial de la angustia emocore (un camino que gente como Jimmy Eat World o The Get Up Kids ya pavimentó), allí donde My Chemical Romance, Fall Out Boy, The Academy Is..., AFI o los primeros Panic at the Disco gritaban, cayendo un poco en la exageración maquillada que daba motivos a sus detractores (al punto que en el glosario chileno extraoficial de entonces la expresión "andar emo" se acuñaba para hablar de tipos con cara de pena y/o enfado). ¿Cuál era, pues, la gracia de Paramore en este RIOT!? Que las explosiones de guitarras y baquetas no pierden el norte. Tampoco le sucede a la carilinda Hayley, que merece un galvano por lo menos como una gritona de ley en esto del pop punk, mejor que Avril Lavigne (aunque el marketing diga otra cosa, cariño). La secuencia inicial, compuesta por "For a pessimist, I´m pretty optimistic" (qué título, ea), "That´s what you get", "Hallelujah" (la fe cristiana de la chica en evidencia) y "Misery business", es incuestionable. Igual que ese "Crushcrushcrush". Bueno, la receta de este plato tiene otras variantes, como la más entibiada "When it rains", la seudo Keane "We are broken" (hay órgano de iglesia al final) o "Fences", de ritmillo swing contagioso. El complemento a este segundo capítulo de la obra paramoriana es el disco en vivo THE FINAL RIOT!, prensado en 2008.

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